Estas son sus historias
Coral
La primera historia que os contaré es sobre una niña llamada Coral que nació en una isla nevada del norte, en una amorosa familia de pescadores. El día de su nacimiento la estrella del norte brillaba con una intensa luz azul que iluminaba el océano, en cuanto la vieron sus padres y su abuela supieron enseguida que era especial. De explicarle la historia y entrenarla para el día en el que tuviera que partir en busca de su destino se encargaría su abuela una de las más ancianas del pequeño pueblo pesquero llamado Fritsland.
La abuela de Coral le contaba la historia de cómo cuatro jóvenes que habían nacido con el poder de los cuatro elementos emprendieron su aventura para encontrarse y juntos llegar al templo de los elementos en la montaña más alta del mundo donde confluyen: el fuego con el río de lava de Feuer; el agua con la catarata Woda; los bosques de Foret y la brisa de Vindur. El templo mantiene todo el mundo en un perfecto equilibrio gracias a las cuatro gemas que brillan en su interior, si alguna dejase de brillar el elemento al que representa se descontrolaría creando el caos, los océanos provocarían inundaciones, los volcanes estallarían sin cesar, la tierra temblaría y provocaría grietas en la superficie y el viento crearía tornados y huracanes sin control.
Coral a medida que iba creciendo iba comprendiendo la importancia de su partida para encontrar a los chicos con los que compartiría su destino para proteger su mundo y evitar que fuerzas oscuras perturbasen la paz que reinaba. Ella quería estar lista lo antes posible por lo que su abuela empezó a enseñarle a dominar su don, este don era el de controlar el elemento bajo el cual había nacido; el agua.
Aiden
Al mismo tiempo en el pueblo minero de Flarken situado en la falda de un volcán nació un niño llamado Aiden. El padre de este era un hombre orgulloso que desde el principio quería que su hijo fuese el mejor para llevarle la gloria a su familia, pero el joven Aiden se parecía más a su madre, era amable con todos y no buscaba peleas, cosa que a su padre no le gustaba, prefería que fuera más duro, así que recibía todo tipo de gritos e insultos por parte de su padre quien le contaba la historia de los cuatro elementos. Aiden sabía mantener la calma y decidió por su cuenta aprender a manejar los poderes que le concedió el elemento bajo el cual nació; el fuego.
Aiden iba creciendo bajo la atenta mirada de su estricto padre pero volvía a casa feliz por ver la cálida mirada de su amorosa madre. Hasta que un trágico día su madre cayó enferma y falleció poco después, Aiden destrozado decidió que era el momento de ponerse en marcha para cumplir con su destino.
Isaura
En las altas colinas de los montes del viento en el pequeño pueblo de Briston dedicado a la cría de cabras alpinas para elaborar quesos y ropajes de lana, en un día en el que la brisa del sur soplaba, nació una pequeña niña a la que llamaron Isaura. Desde que era pequeña le gustaba correr por el pueblo sintiendo el viento en su rostro, sus padres la observaban sabiendo que al crecer debían decirle adiós ya que debería marchar para cumplir con su destino en el templo de los elementos. Mientras su padre trabajaba con sus cabras la madre de Isaura la contaba la historia de los elementos una y otra vez, a la pequeña le fascinaba escucharla, además de aprender a controlar el poder que en ella se albergaba gracias al elemento bajo el que nació: el aire.
Al llegar el momento idóneo cuando Isaura sentía que debía partir pero a la vez se apenaba al saber que debía dejar allí a su familia, sus padres la alentaban ya que sabían lo importante que era que tanto ella como los otros tres jóvenes llegaran al templo de los elementos y lo protegieran de todo el mal que se escondía en el mundo.
Waylan
Por último en los verdes y frondosos bosques de Weird donde sus habitantes se dedican al tallado en madera y a comerciar con fruta, verdura y hortalizas que ellos mismos cultivan en sus fértiles tierras nació un niño llamado Waylan. Sus padres comerciaban con sus productos con otros pueblos tanto cercanos como más lejanos.
Lamentablemente en uno de esos viajes para comerciar sus padres se fueron pero jamás regresaron, el pequeño Waylan fue criado por el único pariente que tenía, el único hermano que su madre tenía, su único tío, que devastado por la pérdida de su hermana menor crió al niño lo mejor que pudo. A su vez fue el encargado de contarle a Waylan la historia de los jóvenes destinados a proteger su mundo.
Wayland al principio no mostraba su interés aunque se desahogaba practicando con sus poderes, eso le hacía sentirse bien. Una vez creció se dio cuenta que no podía evitar su destino y que debía emprender su camino como uno de los cuatro jóvenes destinados a llegar al templo para proteger la gema que le correspondía debido al elemento bajo el cual él nació; la tierra.
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