jueves, 26 de marzo de 2020

Mundo mágico: 4a Parte y Final

Mundo mágico: 4a Parte y Final

Llevaban ya un buen rato surcando el océano encima de esa majestuosa ballena, preguntándose que tan lejos estaba la isla. De pronto a lo lejos observaron una formación que se elevaba en el océano, al principio no se dieron cuenta hasta que se aproximaron más de que al fin habían llegado a la tan buscada isla de la luna.


Las ballenas se detuvieron ya que habían llegado a su zona de alimentación, a partir de ahí las hadas deberían volar hasta la costa de la isla, no estaba lejos, en unos minutos llegarían hasta ella para buscar la flor del sol. Las jóvenes hadas alzaron el vuelo y empezaron a volar hasta esa extraña isla que efectivamente tenía forma de luna.

Una vez allí no sabían si era mejor separarse para encontrar la flor o mantenerse juntos ya que no sabían si en esa pequeña isla habitaba alguna forma de vida, en caso de que si, no sabían si sería algo peligroso o no. Se quedaron en la costa analizando la isla pensando dónde podría crecer la flor de sol, si cerca de la costa, en algún claro entre los árboles, en las zonas más elevadas. Tenían mucho que buscar y revisar todavía.

Finalmente decidieron subir a la zona más alta de la isla, pensando que al llamarse flor del sol crecería donde este más brillara. Volaron entre los árboles buscando una zona alta y justo llegaron al extremo más al sur de la isla, en la cima había una pradera verde, pero no vieron ninguna flor. Algo acabó llamando su atención, un pequeño letrero de madera.


Los jóvenes leyeron lo que ponía en ese cartel, pese a las palabras que allí se expresaban no entendían muy bien qué querían decir o que debían hacer. Leían esas palabras una vez tras otra, debían decir su deseo en voz alta? tal vez pensar en ello con mucha fuerza?, no estaban seguros del todo. Decidieron que primero lo dirían en voz alta a ver qué pasaba, así lo hicieron pero no pasó absolutamente nada.

Entonces los cuatro jóvenes decidieron pensar en su deseo de salvar a su reina, al bosque mágico y a todos sus habitantes, pensaron en sus adentros que solamente esa flor despertaría a su reina y todo volvería a la normalidad, también pensaron que los trols estaban a punto de atacar el bosque.

De pronto una especie de barrera mágica se alzó y pudieron contemplar un campo lleno de flores hermosas, en el centro un camino que llevaba hasta una pequeña casita. Pensaron que allí vivía el mago que figuraba en el cartel, así que fueron hasta la casa para hablar con él y explicarle su situación. Este se los miró y dijo:

“Mis pequeñas y valientes hadas, habéis llegado hasta aquí movidas por vuestro puro deseo de salvar una vida por el bien de todo el bosque mágico. He seguido vuestros pasos, se que no fue nada fácil pero dejar que os diga que estoy orgulloso de vuestras hazaña. Ahora os enseñaré lo que habéis venido a buscar y os permitiré llevaros una de mis preciadas flores para vuestra reina.”

El mago los llevó hacia una zona de su hermoso jardín, las hadas sobretodo las jóvenes Violeta y Tulipa a quienes les encantaban las flores, ver todo eso les producía una gran alegría y asombro. Llegaron cuando el mago se detuvo, les señaló el rincón donde tenía las flores que las hadas buscaban. Maravillados los jóvenes las contemplaron, eran unas flores hermosas, amarillas por el centro y blancas por sus pétalos.


Este les comentó que para que la flor hiciera efecto en la reina debían cocer en agua únicamente los pétalos del interior de la flor los de color amarillo, los blancos no deberían dárselos. Las jóvenes hadas anotaron las instrucciones del mago, agradecieron su amable ayuda y se marcharon en busca de la ballena que los había llevado hasta allí.

Al dar con ella, una sirena les dijo que la ballena los llevaría directamente por el océano rodeando la isla hasta el bosque mágico, solo deberían volar desde la costa hasta llegar a su hogar. A las hadas se les dibujó una gran sonrisa, no podían estar más agradecidas. Emprendieron el viaje de vuelta, que aunque les llevó todo un día, no lo pasaron tan mal como al comienzo de su aventura.

Se acercaba otra noche cuando las sirenas les avisaron de que llegaban a la costa más cercana al bosque mágico. Las hadas solo podían agradecer y ofrecer su ayuda en caso que alguna vez la necesitaran. De nuevo alzaron el vuelo raudas para llegar cuanto antes hasta la reina. Los estaban esperando con ansias en la entrada del castillo, al verles todas las hadas se alegraron mucho, sabían que estaban salvados. 

Cedieron la flor al hada que se encargaba de la medicina, esta preparó todo siguiendo las instrucciones que el mago les comentó a los jóvenes y le dio de tomar el remedio a la reina y esperaron para ver si hacía efecto. En pocos minutos la reina despertó y todos los allí presentes gritaron de alegría, se abrazaron y danzaban felices por el aire.

Una vez recuperada la reina agradeció a aquellas valientes y jóvenes hadas todo el esfuerzo y la valentía que habían mostrado para realizar ese peligroso viaje a la vez que se alegraba de que todos hubiesen vuelto sanos y a salvo. Esa misma noche en cuanto el sol se puso, todas las hadas celebraron una gran fiesta y observaron desde lejos como los trols se retiraban de vuelta a sus pantanos, les había salvado el hecho de que el camino hasta el bosque no era fácil tampoco y que dado que los trols eran seres malvados les costó más atravesar los obstáculos.

Todos danzaron felices y contentos toda la noche, las jóvenes hadas se volvieron los mejores amigos desde ese momento hasta el final de los tiempos.


Fin


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